(Please scroll down for article in English)
WASHINGTON, D.C. – En un movimiento dramático e inédito, el presidente Joe Biden anunció el domingo que se retira de la carrera presidencial de 2024, a solo cuatro meses de las elecciones. Esta decisión sigue a un debate desafiante con el expresidente Donald Trump, que intensificó las preocupaciones sobre la capacidad del mandatario de 81 años para liderar durante otro mandato.
El anuncio de Biden ha sacudido el panorama político, remodelando la dinámica de una campaña ya marcada por altos riesgos y profundas divisiones. En una carta compartida en las redes sociales, Biden declaró: “Ha sido el mayor honor de mi vida servir como su presidente. Aunque era mi intención buscar la reelección, creo que es en el mejor interés de mi partido y del país que me retire y me enfoque en cumplir con mis deberes como presidente durante el resto de mi mandato”.
Esta decisión refleja un momento histórico de 1968, cuando el presidente Lyndon Johnson optó por no buscar la reelección en medio de la agitación de la Guerra de Vietnam. Sin embargo, la decisión de Biden llega en una etapa mucho más avanzada del ciclo electoral, creando una situación urgente y sin precedentes para el Partido Demócrata.
En su anuncio, Biden respaldó a la vicepresidenta Kamala Harris como la nominada demócrata, pidiendo a su partido que se una en torno a ella. “Hoy, ofrezco mi apoyo y respaldo total a Kamala para que sea la nominada de nuestro partido este año”, dijo Biden, enfatizando la necesidad de unidad contra Trump. Harris, a punto de hacer historia como la primera mujer y la primera persona de ascendencia surasiática en liderar la candidatura presidencial de un partido mayoritario, respondió alabando el “acto desinteresado y patriótico” de Biden.
“Haré todo lo que esté en mi poder para unir al Partido Demócrata, y unir a nuestra nación, para derrotar a Donald Trump y su agenda extrema del Proyecto 2025”, declaró Harris en un comunicado. Su candidatura ya ha recibido importantes respaldos, incluidos el Caucus Negro del Congreso y el expresidente Bill Clinton. Sin embargo, figuras destacadas como el expresidente Barack Obama se han abstenido de respaldarla de inmediato, optando por esperar hasta que se finalice el proceso de nominación.
La retirada de Biden sigue a una creciente presión de sus aliados demócratas, quienes expresaron su preocupación por su desempeño durante el reciente debate con Trump. Los observadores señalaron que Biden parecía tener dificultades, perdiendo el hilo y a menudo dando respuestas poco claras mientras no lograba contrarrestar efectivamente las declaraciones de Trump. “Su decisión, por supuesto, no fue fácil, pero una vez más puso a su país, su partido y nuestro futuro primero”, comentó el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer.
El Partido Demócrata ahora enfrenta la formidable tarea de reorganizar su proceso de nominación rápidamente. Harris debe asegurar el apoyo de los delegados para obtener la nominación, elegir a un compañero de fórmula y redirigir una campaña política originalmente construida para reelegir a Biden. Figuras clave del Partido Demócrata, incluido el gobernador de California Gavin Newsom y el secretario de Transporte Pete Buttigieg, ya han expresado su apoyo a Harris.
A pesar de la agitación, hay señales de un consenso creciente dentro del partido en torno a la candidatura de Harris. “Nos sentimos honrados de unirnos al presidente en respaldar a la vicepresidenta Harris y haremos todo lo que esté en nuestras manos para apoyarla”, declararon Bill y Hillary Clinton en un mensaje conjunto.
Mientras tanto, los republicanos han aprovechado la retirada de Biden, con el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, pidiendo su renuncia inmediata. Trump, reaccionando a la noticia en su plataforma Truth Social, afirmó que Biden “no estaba en condiciones de postularse para presidente, y ciertamente no está en condiciones de servir”. Añadió: “Sufriremos mucho por su presidencia, pero repararemos el daño que ha hecho muy rápidamente”.
A medida que se acerca la Convención Nacional Demócrata en agosto, el partido enfrenta una carrera contrarreloj para presentar un frente unificado contra Trump. Mientras tanto, Harris se enfocará en solidificar su posición como la nominada demócrata mientras se prepara para los desafíos de la próxima elección general.
WASHINGTON, D.C. – In a dramatic and unprecedented move, President Joe Biden announced on Sunday that he is withdrawing from the 2024 presidential race, just four months before the election. This decision follows a challenging debate with former President Donald Trump, which intensified concerns about the 81-year-old incumbent’s ability to lead for another term.
Biden’s announcement has sent shockwaves through the political landscape, reshaping the dynamics of a campaign already marked by high stakes and deep divisions. In a letter shared on social media, Biden stated, “It has been the greatest honor of my life to serve as your President. And while it has been my intention to seek reelection, I believe it is in the best interest of my party and the country for me to stand down and to focus solely on fulfilling my duties as President for the remainder of my term.”
This decision mirrors a historic moment from 1968 when President Lyndon Johnson chose not to seek re-election amidst the turmoil of the Vietnam War. However, Biden’s decision comes at a far later stage in the election cycle, creating an urgent and unprecedented scenario for the Democratic Party.
In his announcement, Biden endorsed Vice President Kamala Harris as the Democratic nominee, calling on his party to rally behind her. “Today, I offer my full support and endorsement for Kamala to be the nominee of our party this year,” Biden said, emphasizing the need for unity against Trump. Harris, poised to make history as the first woman and the first person of South Asian descent to lead a major party’s presidential ticket, responded by lauding Biden’s “selfless and patriotic act.”
“I will do everything in my power to unite the Democratic Party—and unite our nation—to defeat Donald Trump and his extreme Project 2025 agenda,” Harris declared in a statement. Her candidacy has already received significant endorsements, including from the Congressional Black Caucus and former President Bill Clinton. However, notable figures such as former President Barack Obama have refrained from immediately endorsing her, opting to wait until the nomination process is finalized.
Biden’s withdrawal follows mounting pressure from Democratic allies who expressed concerns about his performance during the recent debate with Trump. Observers noted that Biden appeared to struggle, trailing off and often providing unclear answers while failing to effectively counter Trump’s statements. “His decision of course was not easy, but he once again put his country, his party, and our future first,” remarked Senate Majority Leader Chuck Schumer.
The Democratic Party now faces the formidable task of reorganizing its nominating process swiftly. Harris must secure delegate support to clinch the nomination, choose a running mate, and pivot a political campaign apparatus originally built to reelect Biden. Key Democratic figures, including California Governor Gavin Newsom and Transportation Secretary Pete Buttigieg, have already voiced their support for Harris.
Despite the upheaval, there are signs of a growing consensus within the party around Harris’s candidacy. “We are honored to join the President in endorsing Vice President Harris and will do whatever we can to support her,” stated Bill and Hillary Clinton in a joint message.
Republicans, meanwhile, have seized upon Biden’s withdrawal, with House Speaker Mike Johnson calling for his immediate resignation. Trump, reacting to the news on his Truth Social platform, claimed Biden “was not fit to run for President, and is certainly not fit to serve.” He added, “We will suffer greatly because of his presidency, but we will remedy the damage he has done very quickly.”
As the Democratic National Convention approaches in August, the party faces a race against time to present a unified front against Trump. Harris, meanwhile, will focus on solidifying her position as the Democratic nominee while preparing for the challenges of the upcoming general election.
Article by Hispanos Unidos Editorial Team